Aywaille, una joya oculta en el corazón de Bélgica, nos ofreció una experiencia inolvidable, siempre acompañados de nuestra fiel mascota Roxy. Este pequeño pueblo, rodeado de paisajes impresionantes y una rica biodiversidad, fue el lugar perfecto para una escapada tranquila, pero llena de aventuras.
Desde el momento en que pisamos Aywaille, el aire fresco de la naturaleza nos dio la bienvenida. Roxy, nuestra perra, no podía estar más emocionada por la cantidad de nuevos olores y caminos por explorar. Esta fue nuestra primera excursión juntos a este rincón tan especial de Bélgica, y ya desde el principio supimos que sería un viaje lleno de recuerdos inolvidables.
Llegada a Aywaille: Primeras Impresiones
Al llegar a Aywaille, lo primero que nos llamó la atención fue la belleza del entorno. Los verdes prados y las colinas ondulantes nos hicieron sentir que habíamos dejado atrás todo el estrés de la ciudad. El pueblo de Aywaille, con sus casas tradicionales y su atmósfera relajada, parecía sacado de un cuento.

Roxy, como es usual, estaba ansiosa por comenzar a correr y explorar. A medida que caminábamos por las calles adoquinadas, los habitantes locales nos sonreían cálidamente, mostrando la hospitalidad característica de esta región belga. Fue fácil encontrar rutas de senderismo bien señalizadas, lo que hacía de Aywaille un destino perfecto tanto para nosotros como para Roxy.
Explorando los Senderos Naturales de Aywaille
Una de las razones por las que elegimos Aywaille fue su proximidad a impresionantes reservas naturales y rutas de senderismo. Decidimos empezar por uno de los senderos más populares, que nos llevó a través del bosque de La Heid des Gattes, una reserva natural conocida por su diversidad de flora y fauna.






Mientras caminábamos por los senderos cubiertos de árboles, Roxy no podía contener su entusiasmo. Saltaba entre las hojas, olfateando cada rincón como si quisiera descubrir todos los secretos del bosque. Natkin, siempre curioso, iba adelante, guiándonos con su sentido de la aventura, mientras y yo me quedaba un poco más atrás, admirando la calma que ofrecía el lugar.
La Fauna Local: Un Encuentro Inesperado
Durante nuestra caminata, tuvimos la suerte de avistar algunas especies locales. Entre los árboles, pudimos ver algunos ciervos pastando tranquilamente, lo que dejó a Roxy en un estado de alerta fascinante. Aunque ella quería correr hacia ellos, logramos mantenerla a nuestro lado para no perturbar la tranquilidad de los animales.

Uno de los momentos más emocionantes fue cuando un zorro apareció a la distancia, observándonos desde un claro del bosque. Roxy, en su habitual actitud protectora, se puso en posición como si quisiera “defendernos”, aunque rápidamente entendió que no había peligro. Fue un recordatorio maravilloso de cuán conectada está la naturaleza en Aywaille y de lo afortunados que fuimos al presenciarla en su estado más puro.
Un Almuerzo en la Naturaleza
Después de una larga caminata, hicimos una parada para almorzar. Habíamos preparado un pequeño picnic que disfrutamos en un claro con vistas espectaculares del valle. El clima fresco, el canto de los pájaros y la sensación de libertad hacían de ese momento uno de los más memorables del día. Roxy, por supuesto, también disfrutó de su parte del almuerzo, especialmente de algunas golosinas que habíamos traído especialmente para ella.
Roxy y su Fascinación por el Agua
Uno de los puntos más destacados de nuestra excursión fue cuando llegamos a un pequeño río que serpenteaba a través del bosque. El agua cristalina fluía suavemente, creando un ambiente ideal para un descanso. Roxy, como siempre, se emocionó al ver el agua. Sin dudarlo, se zambulló en el río, chapoteando y divirtiéndose como una cachorra, a pesar de sus años.
Un Final Perfecto para un Día Perfecto
Mientras volvíamos a casa, Roxy se quedó dormida rápidamente en el asiento trasero, claramente agotada pero feliz después de un día lleno de exploración. Aywaille nos había dejado una huella profunda, no solo por su belleza natural, sino también por la paz y serenidad que nos ofreció.
FAQS
¿Cuál es la mejor época para visitar Aywaille?
La primavera y el otoño son ideales para disfrutar del clima templado y los colores de la naturaleza.
¿Hay rutas de senderismo fáciles en Aywaille?
Sí, hay rutas para todos los niveles, desde paseos tranquilos hasta caminatas más desafiantes.
¿Es Aywaille un destino apto para niños?
Totalmente, hay muchas actividades al aire libre y naturaleza que los niños disfrutan.
¿Qué tipo de fauna se puede ver en Aywaille?
Desde ciervos hasta zorros, la fauna es diversa y es fácil avistar animales locales en su hábitat natural.
¿Dónde se puede comer con mascotas en Aywaille?
Varios restaurantes en el centro del pueblo aceptan mascotas en sus terrazas, permitiendo disfrutar de una comida en compañía de tus amigos peludos.