Cada agosto, la pequeña localidad de Hotton se convierte en el escenario del Festival Internacional de Globos Aerostáticos Hottolfiades. Es uno de los eventos más espectaculares del país, donde aficionados y curiosos se reúnen para ver el cielo invadido por globos multicolores.
Llegar al evento es un recordatorio de la perfecta sincronía entre la naturaleza de las Ardenas y la audacia humana. Desde las primeras horas del día, se siente la expectación en el aire. Los pilotos se preparan meticulosamente, inflando sus globos gigantes mientras los espectadores observan el proceso, cámara en mano, ansiosos por captar el momento en que los aerostatos se eleven sobre el horizonte.
A diferencia de los festivales más ruidosos y comerciales, las Hottolfiades logran mantener un ambiente casi íntimo. Aquí, el protagonismo es para el silencio que precede a los vuelos y el zumbido suave de los quemadores calentando el aire. No es solo un evento visual, sino también una celebración del ingenio y la habilidad.
Los despegues son los momentos más codiciados del día, tanto al amanecer como al atardecer, cuando los vientos son más tranquilos y el cielo de las Ardenas adquiere tonos dorados y violetas. A lo largo del festival, también hay múltiples actividades para todas las edades, desde exhibiciones técnicas hasta la posibilidad de realizar vuelos cautivos en globos, para quienes buscan una experiencia directa sin el compromiso de un vuelo completo.
Uno de los aspectos más destacados es la gran diversidad de globos. Desde los tradicionales hasta los más extravagantes con formas de animales o logotipos corporativos, cada uno compite por llamar la atención del público. Este año, el globo de la Citadelle de Dinant fue uno de los más admirados, en una clara muestra de que el evento no solo celebra el vuelo, sino también los emblemas culturales de Bélgica.
Pero lo más impactante es la experiencia completa que ofrece el festival. No se trata solo de ver globos en el aire, sino de sumergirse en un ambiente familiar y acogedor. Mientras los globos flotan silenciosamente sobre los espectadores, en tierra firme, hay mercados locales, comida típica y música en vivo, añadiendo una capa cultural a esta aventura aérea.
Para los más atrevidos, la oportunidad de volar es uno de los grandes atractivos del evento. Los vuelos en globo ofrecen vistas incomparables del paisaje belga, un tapiz verde de bosques, ríos y colinas. Pero no solo se trata de despegar, también es necesario estar preparado para colaborar en la preparación del vuelo, una lección de trabajo en equipo, planificación y precisión que va mucho más allá de lo que uno podría imaginar.
Las Hottolfiades no son simplemente un festival de globos, es un evento que conecta la tecnología con la naturaleza, la tradición con la innovación, y todo ello con un telón de fondo que hace que cada vuelo sea especial. Si bien los despegues y aterrizajes dependen en gran medida de las condiciones climáticas, la organización del evento asegura que cada día tenga algo especial para ofrecer.
Este festival, que se ha ganado un lugar especial en el calendario cultural de Bélgica, sigue creciendo año tras año. Pero a pesar de su expansión, mantiene la esencia que lo hace único: la simplicidad de elevarse en el aire y dejar que el viento guíe el camino. Para los que buscan una experiencia distinta y memorable en Bélgica, Hottolfiades ofrece justo eso: una perspectiva diferente del país, desde las alturas.
Nota: Las Hottolfiades se celebran todos los años en Hotton, generalmente a finales de agosto. Es recomendable reservar con anticipación si se desea participar en un vuelo en globo o disfrutar de las mejores vistas del evento.
