Los Invernaderos Reales de Laeken, ubicados en las afueras de la capital belga, Bruselas, son uno de los monumentos más notables de la ciudad. Sin embargo, estos invernaderos solo abren al público durante un breve período cada año.
Diseñados por Balat, un arquitecto maestro del renombrado Víctor Horta, los invernaderos son un lugar mágico que combina una elegante arquitectura del siglo XIX con una amplia variedad de flora, incluyendo algunas especies muy raras. Este complejo de invernaderos fue encargado por Leopoldo II de Bélgica para albergar su extensa colección de plantas traídas del Congo. La construcción de los invernaderos se llevó a cabo desde 1874 hasta 1895.
El complejo abarca un total de 2,5 hectáreas de terreno, y su elemento más distintivo es la preciosa cúpula que sobresale del conjunto. El invernadero más grande tiene 60 metros de largo y 30 de alto. Durante la mayor parte del año, solo se puede visitar el exterior de los invernaderos. Sin embargo, durante un par de semanas al año, cuando las flores y plantas del interior están en su mejor momento, se permite el acceso al interior.
El cuidado del interior de estos invernaderos está a cargo de 20 expertos jardineros durante todo el año, preparándose para este momento tan especial de apertura al público. Se recomienda visitar los invernaderos por la tarde, cuando la luz del sol cae suavemente sobre ellos.
