Jardín Japonés de Hasselt: Un Oasis de Tranquilidad

Domingo de verano en Bélgica. Las temperaturas suben y el cielo se despeja, y todo esto se combinan para invitarnos a una nueva escapada.

Esta vez, el destino es Hasselt, una pequeña ciudad que guarda uno de los secretos mejor conservados de Europa occidental: el pequeño Jardín Japonés de Hasselt. Mientras el coche avanza por las tranquilas calles de la ciudad( mi primera visita), la emoción crece ante la expectativa de lo que nos espera.

Llegar al jardín es como encontrar un oasis en medio de la rutina. El Jardín Japonés de Hasselt se presenta ante nosotros como una obra de arte viviente, un rincón de Japón en el corazón de Bélgica. Inaugurado en 1992, este espacio nació de la colaboración entre Hasselt e Itami, una ciudad japonesa de la prefectura de Hyōgo. Es un símbolo de amistad, un puente cultural que invita a los visitantes a desconectarse del mundo exterior y sumergirse en la serenidad.

Un Paseo por la Serenidad

Para disfrutar de la serenidad del Jardín Japonés de Hasselt, es necesario adquirir un boleto de entrada. Los precios son accesibles, con tarifas de 7 euros para adultos y descuentos disponibles para niños, estudiantes, y grupos grandes. Los menores de 12 años pueden entrar de forma gratuita, lo que hace de este jardín un destino ideal para familias. También existen opciones de abonos anuales a 25 euros para quienes deseen visitar el jardín varias veces al año, permitiendo disfrutar de la belleza cambiante del jardín a lo largo de las estaciones.

La vista se pierde en los puentes de madera roja que se arquean sobre pequeños lagos cristalinos, mientras que el sonido suave de las cascadas acompaña cada paso. Las piedras cuidadosamente colocadas en los senderos parecen invitarnos a caminar sin prisa, a observar cada detalle. Una hermosa cascada que invita a fotos. Aquí, Natkin conduce nuestro recorrido a pie, guiando por los caminos serpenteantes mientras yo, cámara en mano, capturo la armonía entre el diseño japonés y la vegetación local.

La tranquilidad del lugar es casi palpable. Los árboles de sakura, con sus ramas extendiéndose como brazos en flor, ofrecen sombra y belleza. Aunque no es primavera, uno puede imaginar la explosión de rosados y blancos que transforman el jardín durante la floración del Hanami. Incluso en esta temporada, el jardín ofrece su propia paleta de colores: verdes intensos, rocas musgosas, y el reflejo del cielo en las aguas quietas.

La Casa de Té: Un Espacio para la Contemplación

Nos detenemos frente a la Casa de Té tradicional. Es un lugar que no solo ofrece una experiencia cultural, sino también espiritual. La ceremonia del té es un ritual que evoca simplicidad, conexión con la naturaleza y, sobre todo, una pausa en la rutina frenética. Aunque no participamos esta vez, la contemplación de su arquitectura y el suave aroma a té que escapa del interior son suficientes para transportarnos.

Si nos encantó la música de ambiente que te compartimos es : Miking Song Hong Ting.

Más Allá del Paisaje: La Cultura Viva en Cada Rincón

El Jardín Japonés de Hasselt se encuentra ubicado en Gouverneur Verwilghensingel 15, 3500 Hasselt, un lugar de fácil acceso para quienes deseen disfrutar de este oasis de tranquilidad. Desde Bruselas o Amberes, se puede llegar fácilmente en tren hasta la estación de Hasselt, desde donde se puede tomar un autobús local o un taxi para llegar al jardín.

Para aquellos que prefieren conducir, el trayecto en coche desde Bruselas o Amberes toma aproximadamente una hora y media, con señales claras que guían a los visitantes hacia el jardín desde el centro de la ciudad y otras áreas cercanas. Para cualquier consulta relacionada con entradas, reembolsos o administración, los visitantes pueden contactar al equipo de administración en Limburgplein 1, 3500 Hasselt, que es la dirección postal del jardín. También están disponibles a través del teléfono 011 23 96 66 o por correo electrónico en japansetuin@hasselt.be. El horario de atención es de lunes a viernes, de 10:00 a 16:00 H.

El Jardín Japonés de Hasselt no es solo un lugar para disfrutar de la naturaleza. Es un espacio de aprendizaje y de encuentro. Desde talleres de caligrafía hasta festivales de taiko, cada rincón del jardín cuenta una historia, cada actividad nos conecta más profundamente con la cultura japonesa. Los visitantes, como nosotros, son invitados a experimentar, a ser parte de esa armonía cultural.

El jardín se convierte en un recordatorio de la belleza efímera de la vida, un lugar donde cada paso nos invita a reflexionar. Las flores que florecen y caen, el agua que fluye sin cesar, los caminos que se entrelazan, todo parece hablarnos de la delicada interconexión entre el hombre y la naturaleza. Capturar estos momentos con mi cámara se siente como una manera de preservar una parte de esa magia.

Volver a la Realidad, Con una Nueva Perspectiva

El recorrido no dura mas de 1:20 mintos caminando despacio y reponiendo fuerzaz. Es hora de regresar. Al salir del Jardín Japonés de Hasselt, sentimos que no solo hemos explorado un lugar nuevo, sino también una forma distinta de percibir la tranquilidad y la belleza en el día a día. El coche nos espera y, mientras Natkin toma de nuevo el volante, miro por la ventanilla y dejo que el último suspiro de paz del jardín se quede conmigo un poco más.

Cada viaje es un descubrimiento y, a veces, el destino es más que un lugar; es una experiencia que te transforma. El Jardín Japonés de Hasselt es precisamente eso: un rincón de calma y belleza en medio de Bélgica, un pequeño trozo de Japón que invita a la contemplación y al entendimiento.