El tren se desliza suavemente entre campos flamencos hasta que, casi sin previo aviso, aparece ante nosotros el perfil inconfundible de Brujas. Campanarios góticos que se elevan hacia el cielo como testigos pétreos de otra época. Para Natkin y para mí, este momento marca el inicio de una aventura que llevábamos meses planeando: explorar la joya medieval mejor conservada de Bélgica.
Tabla de contenidos
- Cómo Llegar a Brujas: Conexiones y Consejos Prácticos
- Dónde Alojarse en Brujas: Encanto y Practicidad
- Los Imprescindibles de Brujas: Nuestra Ruta de 2 Días
- Día 1: El Corazón Medieval
- Día 2: Tesoros Artísticos y Delicias Gastronómicas
- Consejos Prácticos Para Viajeros
- Experiencias Fuera de lo Común
- Reflexiones finales: el embrujo de Brujas

«¿Sabías que toda la ciudad está declarada Patrimonio de la Humanidad?», me susurra Natkin mientras recogemos nuestro equipaje. Una pregunta retórica, pues ambos hemos devorado guías y blogs sobre este destino. Sin embargo, nada nos ha preparado para la experiencia de perdernos entre sus calles adoquinadas.
Cómo Llegar a Brujas: Conexiones y Consejos Prácticos
Para quienes planean su visita, llegar a Brujas es sorprendentemente sencillo. La ciudad está perfectamente conectada con las principales capitales europeas:
- Desde Bruselas: Trenes directos cada hora (duración aproximada: 1 hora)
- Desde Ámsterdam: Conexiones con escala en Amberes (3 horas)
- Desde París: Tren de alta velocidad con escala en Bruselas (2.5 horas)
Consejo de viajeros: Adquieran sus billetes con anticipación a través de la web de los ferrocarriles belgas (SNCB). Durante nuestra experiencia, descubrimos que comprar con una semana de antelación puede suponer un ahorro de hasta el 50%.
Dónde Alojarse en Brujas: Encanto y Practicidad
La decisión sobre dónde hospedarse en Brujas define completamente la experiencia. Después de considerable investigación, optamos por un pequeño hotel boutique en Hoogstraat, a escasos minutos del Markt (plaza principal). Esta elección resultó perfecta para nuestros propósitos: despertar y sentir inmediatamente el pulso medieval de la ciudad.
Según nuestras observaciones, las mejores zonas para alojarse son:
- Centro histórico (dentro del anillo de canales): Ideal para primeras visitas, permite explorar los principales atractivos a pie.
- Sint-Anna: Un barrio más tranquilo y local, a 10 minutos caminando del centro.
- Sint-Gillis: Con encanto bohemio y precios más razonables.
Experiencia personal: Elegimos el Hotel Heritage, un edificio del siglo XIX con habitaciones que combinan el estilo antiguo con comodidades modernas. El desayuno, servido en un comedor con bóvedas de ladrillo, incluía productos locales como el famoso queso Gouda belga y pan artesanal recién horneado.
Los Imprescindibles de Brujas: Nuestra Ruta de 2 Días
Día 1: El Corazón Medieval
Nuestra primera jornada comenzó temprano. «Hay que aprovechar la luz dorada de la mañana para las fotos», insistió Natkin mientras yo aún bostezaba. Tenía razón.
Markt y Belfort: La plaza del mercado, dominada por la imponente torre Belfort (83 metros), ofrece la primera postal memorable. Subir sus 366 escalones es un desafío que recompensa con vistas panorámicas inigualables. Recomendamos hacerlo a primera hora para evitar colas.
Burg y Ayuntamiento: A pocos metros del Markt se encuentra la plaza Burg, donde el Ayuntamiento gótico (siglo XIV) exhibe una fachada que parece un encaje de piedra. El interior alberga murales históricos y una bóveda espectacular.
Almuerzo: Para reponer fuerzas, nos detuvimos en «De Halve Maan», cervecería histórica donde degustamos el típico estofado flamenco cocinado con cerveza local (Carbonade Flamande) y, por supuesto, patatas fritas belgas con mayonesa casera.
Canales: La tarde la dedicamos a un paseo en barca por los canales (30 minutos, 10€ por persona). Esta perspectiva única nos permitió admirar los puentes medievales y las fachadas que se reflejan en el agua.
Minnewater: Concluimos en el romántico «Lago del Amor», donde según la leyenda, si cruzas el puente con tu pareja y os besáis, vuestro amor será eterno. Natkin y yo cumplimos con la tradición, entre risas y miradas cómplices.
Día 2: Tesoros Artísticos y Delicias Gastronómicas
Iglesia de Nuestra Señora: Alberga la «Madonna con Niño» de Miguel Ángel, única escultura del artista que salió de Italia durante su vida. La entrada cuesta 7€, pero vale cada céntimo.
Museo Groeninge: Para los amantes del arte, este museo ofrece una impresionante colección de primitivos flamencos. Las obras de Van Eyck y Memling nos dejaron sin palabras.
Experiencia Chocolatera: Brujas es paraíso del chocolate artesanal. Participamos en un taller en «The Chocolate Line» (Simón Stevinplein), donde aprendimos a hacer nuestros propios bombones. Pralines rellenos de ganache de especias que después degustamos con una sonrisa de satisfacción.
Cena Especial: Reservamos con antelación en «Den Dyver», restaurante que elabora cada plato maridado con una cerveza belga diferente. La experiencia gastronómica culminante de nuestro viaje.
Consejos Prácticos Para Viajeros
- Mejor época para visitar: Septiembre y mayo ofrecen un equilibrio perfecto entre buen clima y menor afluencia turística.
- Transporte en la ciudad: Brujas se recorre perfectamente a pie. Alternativamente, alquilar bicicletas es una opción encantadora (aproximadamente 15€/día).
- Brujas Card: Si planean visitar varios museos, esta tarjeta (48€ por 72h) incluye entradas y transporte público.
- Compras auténticas: Encajes belgas en «t’ Apostelientje» (Balstraat) y chocolates en «Dumon» (Eiermarkt), negocios familiares con productos de calidad excepcional.
- Para fotografía: El Rozenhoedkaai (muelle del Rosario) ofrece la vista más fotografiada de Brujas, especialmente bella al atardecer cuando las luces comienzan a reflejarse en el canal.
Experiencias Fuera de lo Común
Lo que realmente diferencia nuestra crónica son aquellos momentos no programados:
- Descubrir un pequeño concierto de música medieval en la iglesia de San Gil.
- Conversar con un artesano cervecero que nos reveló secretos de fermentación transmitidos durante generaciones.
- Perdernos deliberadamente en el barrio de San Anna y encontrar un jardín secreto junto al antiguo Hospital San Juan.
Reflexiones finales: el embrujo de Brujas
Al abandonar la ciudad tras 48 intensas horas, Natkin y yo compartimos la sensación de haber viajado no solo en el espacio sino también en el tiempo. Brujas conserva ese raro privilegio de mantener su alma medieval intacta sin convertirse en un simple museo al aire libre.
«Volveremos en invierno», me dice Natkin mientras el tren se aleja, «dicen que con nieve parece un cuento de hadas». Asiento, sabiendo que Brujas ya ha tejido su hechizo sobre nosotros. No es solo un destino en nuestro mapa, sino un lugar que ha dejado huella en nuestra memoria compartida como pareja.
¿Has visitado Brujas? Comparte tus experiencias en los comentarios. ¿Tienes preguntas sobre este destino? Eduardo y Natkin de «Europa en Pareja» estaremos encantados de responderte.
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